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Don Agustín Ross Edwards nació el -5 de febrero de 1844- en La Serena. Sus padres fueron David Ross Gillespie y Carmen Edwards Ossandón. Se casó con Susana de Ferari Goñi y tuvieron ocho hijos: Elena, Ema, Luis, Arturo, Juana, Esther, María Susana y Ernesto. Falleció el 20 de octubre de 1926 en Viña del Mar.
Fue un hombre multifacético, empresario portuario, minero, diplomático, banquero, legislador, entre otras cosas, donde alcanzó siempre una posición destacada. Casi sin proponérselo, fue un gran precursor del turismo, luego que sus planes iniciales en Pichilemu -según estudios encargados- no tuvieran el resultado que esperaba, para construir su obra.
En efecto, el objetivo central de don Agustín Ross Edwards al adquirir las 54 cuadras del rústico San Antonio de Petrel, fue construir un gran Puerto en Pichilemu, con un ambicioso objetivo: disputar la hegemonía al Puerto de Valparaíso. Y, por ello, lo llevó a adquirir tal cantidad de terrenos en las inmediaciones de éste, pues le reportaría una posición muy ventajosa para los muchos negocios que proyectaba su visión comercial en torno a la proyectada obra.
Pues bien, como lo dijimos, los estudios arrojaron un resultado que hacía inviable la construcción de un Puerto con el calado que precisaban las naves de carga.
Pero, como era un hombre que no dejaba nada al azar, su “Plan B” fue crear en Pichilemu una empresa balnearia única en el país.
Fue así, como invirtiendo gran cantidad de recursos, fue aprovechando la topografía, adecuándola y dotando al lugar de una completa infraestructura, con los más altos estándar de calidad europeos para la época. Todo pensado para el agrado y entretenimiento de aquellos futuros clientes: la alta aristocracia santiaguina y de ciudades cercanas. E, incluso, de la ciudad de Mendoza.
Paralelamente, pensando en cómo hacer más placentero y llevaderas las vías de comunicación -ya con el proyecto del ferrocarril en demanda de la costa- financió con sus propios recursos un estudio al ingeniero Valentín Martínez, el que transformó luego en un proyecto alternativo que hacía llegar el ferrocarril a Pichilemu varios años antes, aunque de más kilómetros a través del valle del estero Nilahue; pero que ahorraba la construcción de tres túneles.
Sin embargo, su alternativa encontró oposición en influyentes personajes que veían lesionados sus intereses económicos al alejarse de sus propiedades.
Finalmente, el ferrocarril llegó a Pichilemu el 5 de enero de 1926, meses después falleció.
La sucesión de don Agustín Ross -cumpliendo con su deseo- donó el bosque, parque de palmeras, escalas de acceso a la playa y sector La Terraza.