You can publish whatever you want in the Offcanvas Section. It can be any module or particle.
By default, the available module positions are offcanvas-a and offcanvas-b but you can add as many module positions as you want from the Layout Manager.
You can also add the hidden-phone module class suffix to your modules so they do not appear in the Offcanvas Section when the site is loaded on a mobile device.
Login to your account
0012 345 6789
office@insightfx.com
64184 Graham Place
Museo de Pichilemu
Cultura y tradiciones de nuestro balneario de Pichilemu
Nuestra hermosa geografía comunal si bien no es el edén que está reseñado en nuestro himno patrio, sus paisajes naturales como el legado que dejará el principal impulsor del balneario, nos enorgullece.
Y, sobre todo, del encanto que se funde en un todo al tener campo y mar, fundido con sus expresiones tradicionales y que conforman nuestro patrimonio cultural en las más variadas expresiones.
Si bien, a todos los atractivos que podemos mencionar, más de alguna debilidad tenemos; pero aún así, los comentarios de los visitantes, de los turistas, en el suma y resta, es ampliamente favorable.
Y, cada día, son más sus visitantes y turistas que conocen, valoran y aprecian las experiencias que les dejan sus días de vacaciones en Pichilemu. Siendo no pocos quienes vuelven una y otra vez a rememorarlos, ya en el recuerdo o in situ, con más experiencias que contar.
Por ahora, empezamos a desempolvar algunas de aquellos atractivos que tenemos en nuestros archivos y que, en más de alguna ocasión, intentamos mostrar ….
Nuestra hermosa geografía comunal si bien no es el edén que está reseñado en nuestro himno patrio, sus paisajes naturales como el legado que dejará el principal impulsor del balneario, nos enorgullece.
Y, sobre todo, del encanto que se funde en un todo al tener campo y mar, fundido con sus expresiones tradicionales y que conforman nuestro patrimonio cultural en las más variadas expresiones.
Si bien, a todos los atractivos que podemos mencionar, más de alguna debilidad tenemos; pero aún así, los comentarios de los visitantes, de los turistas, en el suma y resta, es ampliamente favorable.
Y, cada día, son más sus visitantes y turistas que conocen, valoran y aprecian las experiencias que les dejan sus días de vacaciones en Pichilemu. Siendo no pocos quienes vuelven una y otra vez a rememorarlos, ya en el recuerdo o in situ, con más experiencias que contar.
Por ahora, empezamos a desempolvar algunas de aquellos atractivos que tenemos en nuestros archivos y, que en más de alguna ocasión, intentamos mostrar ….
La “Piedra del Pelambre” fue un montículo de material arenisca, piedras pequeñas, tierra y arcilla, ubicado en la Avenida Daniel Ortúzar esquina de calle Federico Errázuriz que existió hasta los primeros años de 1970.
Su característica física, aproximada era de unos 20 metros de largo por la calle Federico Errázuriz y unos 5 metros de ancho por Avenida Ortúzar y se iba ensanchando hacia el sur-poniente hasta llegar a unos 8 metros a 10 metros de ancho en su extremo sur.
Su altura era de aproximado 2 metros de altura, casi plana su superficie superior. Y orientada hacia el mar que está distante unos 300 metros, tenía como dos escalones de unos 40 centímetros de ancho, que permitía en el primero se sentarán personas de la tercera edad y más, preferentemente damas, las que visitaban el lugar tras la hora de Once y antes de la Cena en los distintos establecimientos de hospedaje.
Ahí, las mujeres aprovechaban de hacer vida social, tejer y charlar de los hechos cotidianos como también de comentarios típicos que derivaban en el “pelambre”, mientras llegaba la hora de la puesta de sol. Tan así de cierto, que el lugar tomó ese nombre de Piedra del Pelambre. Y, por cierto, nadie se avergonzaba de citarse en el lugar.
Y, por la noche, era el turno de los románticos y enamorados, que llevaban ahí a su pareja a contemplar las “estrellas fugaces” y el relampagueo del Faro de Topocalma que su potente haz de luz era visible no obstante a estar a más de 40 kilómetros hacia el norte. Claro, no siempre estaba totalmente despejado, pero los más hábiles lograban hacer ver estrellas a sus parejas. ¡Cosa de suerte!
Poniéndonos más serios, cuál fue la idea de eliminar la “Piedra del Pelambre”. Las malas lenguas dicen que el alcalde de entonces quiso erradicar el “pelambre” no con un decreto alcaldicio, sino eliminándolo físicamente.
Pero, lo cierto es que el mismo alcalde -según logramos oírle decir en una conversación de sobremesa- tenía la idea de ocupar ese material de arenisca para habilitar la calle Federico Errázuriz, en el tramo de Avenida Ortúzar y calle Ángel Gaete, que a la fecha de aquello era una pendiente erosionada que no estaba apta para vehículos; cosa que se pudo hacer con lo primero: habilitar ese tramo de calle.
Sin embargo, llegó el 11 de septiembre de 1973 y no pudo continuar el proyecto de: habilitar ahí un Mirador de unos tres metros de altura en donde estaba originalmente la “Piedra del Pelambre” con una superficie similar y de igual forma a ésta, construyendo debajo del “mirador” los baños públicos (que, después de 50 años están terminándose) para ser entregados en Concesión y, a la vez, generar ingresos municipales, para reinvertir en nuevas obras.